La impermeabilización es una de las inversiones más inteligentes que puedes hacer para proteger tu vivienda. No se trata solo de evitar goteras: al prevenir la filtración de agua, también proteges las estructuras, evitas la aparición de moho y hongos, y prolongas la vida útil de techos, terrazas y paredes.
Un hogar bien impermeabilizado también ayuda a mantener una temperatura interior más estable, lo que puede reducir tus gastos de energía. Además, en épocas lluviosas o climas húmedos, la diferencia entre una casa impermeabilizada y una que no lo está es notable tanto en confort como en seguridad.
Consejo práctico: Revisa anualmente el estado de tus impermeabilizantes, especialmente antes de la temporada de lluvias.